RESEÑA | Toy Story 4

Fue en 1995 cuando de la mano del director John Lasseter llegó a los cines TOY STORY el primer largometraje de animación por computadora en la historia del cine, producido por el exitoso estudio Pixar creado en 1979 y adquirido por Disney en 2006. Woody y Buzz llegaron a nuestras vidas con la premisa de ser juguetes vivos que buscaban la razón de su existencia acompañando en su cotidianidad a su dueño, un niño llamado Andy, una historia que no solo conquistó la taquilla sino, que dio comienzo a una saga animada que ha generado tres secuelas, ha conquistado a la Academia y ha marcado la infancia de millones. El pasado 20 de junio vio la luz la cuarta película y a continuación les daremos nuestra opinión sobre ella.

Sinopsis: Tras dejar a Andy y llegar a las manos de Bonnie, Woody y sus amigos han vivido el sueño de ser amados y usados de nuevo. Sin embargo, Woody comienza a ser olvidado por su niña y empieza a cuestionarse su razón de existir por lo que insiste en acompañar a Bonnie a su primera experiencia en la escuela, lugar en el que ella da vida con basura a un simpático juguete llamado Forky quien se convierte en el favorito de Bonnie. Woody a sabiendas de que podría ser desechado pronto toma la responsabilidad de proteger a Forky enseñándole a ser un juguete; mientras todos emprenden un viaje en el que se reencontraran con viejos amigos y conocerán el difícil mundo de los juguetes sin dueño.

Muchas fueron las criticas cuando se reveló que Disney tenía planes de una cuarta entrega de Toy Story, el conmovedor cierre que dio la tercera parte en 2010 había dejado feliz a los fanáticos y no veían cómo podría continuar la historia sin Andy en la formula. Pero el director Josh Cooley reconocido colaborador de Pixar en cortometrajes y guiones aceptó el reto de revivir la historia y ofrecernos un nuevo episodio de los juguetes, que esta vez se enfrentan al dilema de dejar de ser usados y quedar a la deriva frente a su verdadero rol en la vida de los niños.

Lo primero a comentar de esta película es que los temores sobre su calidad eran innecesariamente infundados, pues Toy Story siempre se caracterizó por ser una franquicia de producción impecable y guiones inteligentes y esta cuarta aventura lejos de sentirse repetitiva se siente fresca y emocionante. Tenemos nuevos y pintorescos personajes, un ambiente que se aleja de los suburbios y se convierte en un "road trip" por ferias y parajes naturales y un mayor enfoque en el vaquero Woody cuyos traumas y aprendizajes en anteriores entregas se vuelven decisivos frente a su rol de líder, por lo cual aquí vemos menos a personajes como Hamm, Rex, los cara de papa, Jessie y toman relevancia Buzz y la desaparecida Bo Beep sus mayores conexiones emocionales.

Bo se convierte en el puente entre la vida convencional de un juguete  y la travesía nómada que ella decidió emprender, algo que sorprende a Woody y lo lleva a replantearse su propia existencia y papel en la vida de Boonie. En esencia TOY STORY 4 es una historia sobre madurar y avanzar y aunque rompe con el perfecto equilibrio de la trilogía original funciona como un epilogo bellamente animado y emocionalmente poderoso.

También debemos destacar a los nuevos personajes que se roban completamente la película y no paran de ampliar el catalogo de juguetes entrañables. Los peluches Ducky (Keegan Michael Key) & Bunny (Jordan Peele) agregan algo de desequilibrio y locura al grupo y ofrecen momentos de comedia perfectos; así mismo el original y carismático Duke Caboom (Keanu Reeves) despide adrenalina y contrasta con la precavida personalidad de Woody; la "villana" de turno Gabby Gabby (Christina Hendricks) ofrece una personalidad dual que intimida y enternece y que nos mantiene siempre atentos a la pantalla. Pero sin duda el mayor triunfo entre los nuevos es el cubierto Forky (Tony Hale), que se presentaba como un molesto personaje, que en el desarrollo de la historia resulta siendo divertido, amigable y sabio en medio de la simplicidad de sus pensamientos.

TOY STORY 4 es a nuestra opinión una acertada combinación, con un guión bien pensado, para alegrar a los fans más grandes y atrapar a los más chicos, tiene un clímax lleno de sentimientos y mensajes  y es magistralmente acompañada por la música de Randy Newman. La película es consciente de que su deber no es alargar la trama innecesariamente sino, llevar a los juguetes a una nueva fase, cerrar cabos y abrir puertas a un mundo de posibilidades. Sin duda estamos ante un nuevo éxito financiero para la premiada franquicia y un clásico moderno instantáneo.

Nuestra calificación es: 9.5/10

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