Saludos aventureros, hoy les traemos una nueva reseña en la que les hablamos de una de las nominadas a los Oscar 2025 más comentadas, la cinta lituana FLOW del director Gints Zilbalodis, una fabula animada que es protagonizada por un singular gato gris y su impensable grupo de amigos. El encanto de la película al construir su narrativa sin dialogo alguno ha causado furor y le valió a la cinta el Globo de Oro a Mejor cinta de animación y la doble nominación al Premio de la Academia en Animación y como Mejor Película Internacional.
Sinopsis:
El mundo parece estar llegando a su fin, repleto de vestigios de presencia humana. Gato es un animal solitario, pero como su hogar es arrasado por una gran inundación, encuentra refugio en un barco poblado por varias especies y tendrá que hacer equipo con ellas a pesar de sus diferencias. En el solitario barco que navega a través de místicos paisajes desbordantes, navegan por los desafíos y peligros de adaptarse a este nuevo mundo.
Antecedentes:
En 2012, Zilbalodis produjo Aqua, un cortometraje sobre un gato que supera su miedo al océano, cuya premisa inspiró su película Flow. Zilbalodis, quien utilizaba el programa de diseño de animación 3D Maya para sus trabajos previos, cambió a Blender en 2019 por su renderizador en tiempo real EEVEE, el cual usó en la creación de Flow. La producción comenzó ese mismo año y, tras cinco años y medio de trabajo, la película fue finalizada. Flow no presenta diálogos, y Zilbalodis se inspiró en Jacques Tati (un mimo , cineasta, actor y guionista francés) y la serie de anime "Future Boy Conan". Los personajes de los animales fueron basados en sus propias mascotas y observaciones en zoológicos, y los diseños de la ballena y el pájaro secretario fueron modificados durante el proceso creativo.
La animación de Flow fue realizada por Zilbalodis y su equipo, con la colaboración de Take Five y Sacrebleu Productions en 2022 para la animación y el sonido. La película recibió apoyo financiero de diversas entidades, incluyendo el Centro Nacional de Cine de Letonia y ARTE France. Además de la animación, Zilbalodis compuso siete horas de música, de las cuales 50 minutos fueron incluidos en la película. El diseñador de sonido Gurwal Coïc-Gallas utilizó sonidos de animales reales, aunque el capibara fue el único personaje que no usó los sonidos de su contraparte natural debido a su desagradable tono, optando por los sonidos de un camello bebé.
Flow fue seleccionada para su estreno en el Festival de Cine de Cannes de 2024 en la sección Un Certain Regard, lo que la convierte en la primera película letona en participar en esta sección desde 1998. La película ganó múltiples premios en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy de 2024, incluido el Premio del Jurado, el Premio del Público y el Premio de la Fundación Gan. También recibió el Gran Premio de Animación de Largometraje en el Festival Internacional de Animación de Ottawa de 2024 y se proyectó en varios otros festivales de cine importantes, incluidos Toronto, Vancouver y Busan. Flow se estrenó en Letonia el 28 de agosto de 2024 y se estrenó en cines en Francia, Estados Unidos, Bélgica y México a fines de 2024 y finalmente llegó el pasado 20 de febrero a cines de Colombia.
Su taquilla actual asciende a 20 millones de dólares mundiales, frente a un presupuesto de 3.6 millones, por lo cual ya es un éxito financiero además de crítico.
Opinión:
FLOW es una obra cinematográfica que, en su simplicidad aparente, se convierte en un ejercicio profundo sobre la vida, la muerte y la trascendencia. Inspirada Al mejor estilo de las fábulas esópicas, la película se aleja de los tradicionales villanos o conflictos entre personajes para centrarse en un contexto difícil que impulsa la narrativa: una inundación imparable que poco a poco ahoga los vestigios de la humanidad y da paso a un mundo transformado, donde los animales deben enfrentarse al cambio constante de su realidad. El protagonista, un tímido gato llamado Flow, guía al espectador en un viaje de autodescubrimiento y supervivencia, enfrentando sus miedos y aprendiendo a confiar en sus instintos mientras se adapta a la convivencia con otros animales. Esta dinámica de adaptación es el núcleo de la película, que nos presenta un elenco de animales cuyo comportamiento refleja rasgos profundamente humanos, como la sabiduría y la lealtad, así como la vanidad y el egoísmo.
El grupo de animales encabezado por Flow (es el nombre confirmado del minino) refleja una gran diversidad de personalidades, cada una con una lección importante que aportar. El capibara, noble y calmado, personifica la idea de vivir en armonía con los demás, aceptando las diferencias y fluyendo con los cambios. Este personaje se convierte en el modelo de cómo sobrevivir en un mundo inestable, mostrando que el verdadero liderazgo radica en la cooperación y el entendimiento mutuo. En contraste, el lémur caprichoso, que inicialmente se ve a sí mismo como el centro de atención, debe aprender a dejar atrás su vanidad y valorar a los amigos que ha encontrado en medio de la inundación, lo que nos habla sobre la importancia de la humildad y el compañerismo. Junto a él, el perro, con su energía inquieta y espontánea, se convierte en el protector leal del grupo, siempre dispuesto a mantener el ánimo elevado, mientras que el ave secretario aporta una sabia mirada de liderazgo, guiando al grupo con decisiones pensadas para el bien común.
La narrativa de FLOW fluye de manera poética, utilizando el lenguaje corporal y los sonidos naturales para construir la relación entre los animales. Al no haber diálogos, la película se convierte en una reflexión profunda sobre la existencia misma, planteando cuestiones filosóficas sobre la espiritualidad y el propósito de la vida. A través de los ojos de los animales, el espectador se enfrenta a su propio lugar en el mundo y a la naturaleza instintiva de la supervivencia. Esta carencia de palabras convierte a la película en un desafío para las audiencias que no están acostumbradas al cine mudo, pero al mismo tiempo permite una interpretación libre y una conexión emocional que va más allá de los diálogos tradicionales. Cada gesto y sonido, cuidadosamente compuesto, permite que los personajes evolucionen y desarrollen comportamientos lógicos que, aunque animales, reflejan la lucha por la vida que compartimos con ellos, creando una empatía y comprensión única entre seres tan diferentes.
Aunque la cinta puede resultar una experiencia densa de ritmo pausado y momentos vacíos o poco comprensibles para quienes esperan un desarrollo narrativo más directo, la belleza visual y la ternura de sus criaturas en pantalla logran cautivar al espectador, invitando a una apreciación más profunda del arte de la animación, donde la expresión visual y sonora toma un protagonismo que a menudo es opacado por otros elementos comunes como el humor y los arquetipos. FLOW es una de las propuestas más originales y arriesgadas del cine de animación actual, una obra que plantea preguntas de manera sutil pero poderosa.
Finalmente, podemos decir que la obra de Gints Zilbalodis es sin duda es una de las nominadas más ingeniosas y novedosas de esta edición de los Oscar. Su rol en la animación trascenderá los premios, poniendo sobre la mesa la importancia de la creatividad y la optimización de recursos y formas, frente a los presupuestos colosales que, en ocasiones, no garantizan resultados memorables. El valiente gato y su pandilla ya se han ganado un lugar en el imaginario del público, y FLOW tiene todo el potencial para convertirse en un clásico del cine, una obra que seguirá siendo apreciada por las siguientes generaciones.
NUESTRA CALIFICACIÓN FINAL ES 7.5/10
Póster oficial
Tráiler oficial
¡Gracias por leernos!
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