La franquicia Transformers ha pasado por diversas etapas en sus once años en los cines del mundo, mas allá por supuesto de su historia como juguetes iconicos que se remontan a la década de los 80's, muchos los conocen por la millonaria saga que en cinco películas dirigió Michael Bay (Bad Boys, Pearl Harbor). Finalmente, tras una transición difícil llega la nueva entrega de esta historia, esta vez como un spin-off del autobot BumbleBee y dirigida por el director nominado al Oscar: Travis Knight.
Sinopsis: corre el año 1987, Bumblebee es un sobreviviente de la cruenta guerra en el Planeta Cibertron, convertido en la única esperanza de sus compañeros el joven guerrero encuentra refugio en el Planeta Tierra, en un depósito de chatarra en una pequeña ciudad costera de California. Charlie (Hailee Steinfeld), una intrépida chica a punto de cumplir 18 años está tratando de encontrar su lugar en el mundo tras la muerte de su padre y descubre a Bumblebee, roto y con marcas de batalla. Cuando Charlie lo resucita, rápidamente se da cuenta que Bee no es un auto común y establecen un fuerte vinculo.
Lo primero a destacar de este filme es su forma de introducirnos a los Transformers, pues apenas al comenzar la historia tenemos una épica secuencia de batalla en Cibertron y una explicación de cómo llega BumbleBee a la Tierra. Desde ese primer momento podemos notar que esta película es diferente, pues es visualmente colorida y rica en diseños (aquí se nos muestra por primera vez Transformers "triformes" ya que no solo pueden ser autos sino también aeronaves), ademas de eso logra establecer una trama coherente del por qué estos seres avanzados batallan para protegernos.
Su guión es sencillo aunque funcional y no necesitamos entrar en detalles para entender el surgimiento de nuestro héroe. Aquí BumbleBee es el protagonista verdadero, dejando de lado al poderoso Optimus Prime, ofreciéndonos un héroe joven y temeroso que debe aprender. Su origen es relativamente desconocido pero sus acciones son justificadas y van acordes al tono familiar y nostálgico que define a la película.
En esta ocasión la relación del autobot con el humano no es una excusa para una larga introducción y una agotadora batalla. Bee y Charlie son un dúo juvenil que desarrolla su historia a la par y una vez se unen ambos nos adentran en una entrañable aventura, que se siente más pequeña en escala aunque más clara en sus objetivos.
El triunfo de Travis Knight está en añadirle más emoción a la historia, así como personajes divertidos y entrañables aun siendo genéricos. En BumbleBee no solo se hace homenaje a los Transformers clásicos sino a la cultura pop en general, con una banda sonora alucinante, diseños de producción y vestuarios destacables y por supuesto efectos especiales de primera calidad.
No se trata de un reboot total, pues al parecer no parece desligarse de lo sucedido en la "saga de Bay" pero logra definirse como un producto de calidad entre los filmes de Transformers, es ágil, entretenida y con la dosis justa de guiños y referencias para convencer a los fans de toda la vida y a los cinefilos debutantes.
¡Deben darle la oportunidad!
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