BIRD BOX: A CIEGAS es el más reciente fenómeno de la plataforma de streaming Netflix. Protagonizada por la ganadora del Oscar la actriz Sandra Bullock, esta historia poscapocaliptica de suspenso es ya la producción original más vista de la historia de Netflix superando los 45 millones de reproducciones. Es una adaptación de la novela de Josh Malerman publicada en 2014.
La película narra la historia de Malorie (Sandra Bullock), una solitaria artista que se encuentra en etapa de embarazo. En un día cualquiera en compañía de su hermana Jess (Sarah Paulson), Malorie experimenta el surgimiento de un devastador virus que se transmite tan solo con verlo provocando suicidios masivos en todo el mundo. Malorie logra refugiarse con otras personas en la casa de un vecino y así empieza una lucha para tratar de sobrevivir y salvar sus vidas.
Lo primero a destacar de esta película es su narración en modo de analepsis, es decir alternando los hechos del pasado con los de la actualidad, eso permite conocer poco a poco nuevos detalles y mantener la tensión mientras la atmósfera se alterna entre el suspenso, la ciencia ficción y la supervivencia. Todos elementos introducidos en un desarrollo cambiante y de ritmo pausado.
La directora Susanne Bier (The Night Manager, 2013) trabaja con el guión de Eric Heisserer en una historia que propone la limitación de los sentidos como una táctica para sobrevivir y nos presenta a misteriosos seres invisibles que según la premisa toman la forma de los mayores miedos de las personas hasta llevarlas a la locura y seguidamente la muerte.
Los mayores triunfos de la película están en las interpretaciones contundentes y la reflexión sobre los limites del ser humano, ante una situación en la que que la ética y la moral peligran. Así como en su capacidad para sorprendernos con uno que otro giro de trama efectivo y por supuesto por la paranoia que genera entre los espectadores.
La película nos intriga y perturba hasta cierto punto, pero poco a poco nos va perdiendo con su conclusión insatisfactoria y su sobrecarga de subtramas, que bien podría haberse llevado con éxito como serie, palideciendo por su falta de originalidad frente a otros títulos del género (A Quiet Place o The Happening) y con un aspecto simplista y limitante, que no permite explorar con satisfacción las diversas perspectivas de los personajes.
Sin embargo, no podemos desmeritar la capacidad mediática del proyecto y el momento decisivo en el que llega, pues en medio de la polémica de si las producciones de Netflix están compitiendo de manera desleal frente a las películas de distribución limitada en cines Bird Box se eleva como una idea ambiciosa que atrajo grandes audiencias aun con una premisa ya vista.
Lo cierto es que si bien no se trata de una revolucionaria del género del suspenso este nuevo tesoro de Netflix que también es una adaptación literaria es lo suficientemente entretenida para que nos importen sus personajes, y aunque su premisa tiene evidentes huecos narrativos nos la digerimos gracias a la entrega de Bullock en su papel protagonico y al interés masivo por ser parte de una tendencia.
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