Saludos aventureros, hoy les compartimos una nueva reseña de una de las cintas nominadas en la Temporada de Premios de Hollywood, en esta ocasión referente a "Judas y el Mesías Negro" el drama producido por Ryan Coogler sobre los hechos que llevaron a la persecución del activista Fred Hampton, interpretado por el nominado al Óscar Daniel Kaluuya.
Sinopsis:
A finales de 1960, William O'Neal se convierte en un informante del FBI a cambio de no ser por imputado por los delitos que ha cometido. Su misión es infiltrarse en el Black Panther Party de Illinois e intentar destituir a su carismático líder, Fred Hampton, un rebelde que lucha por la libertad de la comunidad negra. A medida que la carrera política de Hampton crece, O'Neal cada vez está más dividido. ¿Se alineará con los ideales del Black Panther Party? ¿O seguirá las órdenes del FBI?
Lo bueno:
“Judas y el Mesías Negro” es el resultado de un guion original construido por Will Berson y Shaka King a partir de los hechos, documentos y testimonios referentes al Partido de las Panteras Negras, su líder Fred Hampton y el rol de William "Bill" O'Neal en la muerte de Hampton a manos del FBI. La película se toma ciertas libertades pero captura la esencia de la historia desde un ángulo que se interna en la filosofía, la estructura y la labor de lucha y presencia social que tenía la organización en las zonas más vulnerables de Illinois y da una idea de cómo funcionaban las filiales en todo Estados Unidos, por lo que no solo se trata del biopic de un hombre sino de lo que inspiró y despertó el movimiento en las juventudes negras, que tras perder a grandes líderes como Marthin Luther King, Malcom X entre otros deciden tomar una senda de confrontación.
La cinta tiene su punto más fuerte en sus protagonistas. El personaje de Bill O’Neal interpretado por Lakeith Stanfield muestra la realidad de un hombre ambicioso que poco a poco ve desplazadas sus ansias de poder y reconocimiento por una búsqueda de redención y un conflicto moral consigo mismo, un personaje que Stanfield hace propio con un equilibrio entre angustia y tintes de humor. Del mismo modo, Daniel Kaluuya interpretando a Hampton se roba la atención con escenas poderosas que le permiten brillar con discursos contundentes y una actuación que se mueve entre la fuerza de sus diálogos y la vulnerabilidad, al estar enamorado de la también miembro de las Panteras Deborah Johnson (interpretada por Dominique Fishback).
A nivel técnico la cinta se mueve entre el drama y el thriller noir con tonos fríos y o neón rondando en la cinematografía sobria de Sean Bobbitt, recorriendo zonas de la ciudad de Chicago y reflejando la diferencia social y el resentimiento creciente. Seguimos a los personajes con un manejo de cámara que busca destacar el lugar de Hampton entre la comunidad y dar la sensación de inmersión. También es destacable el trabajo de diseño de producción, vestuario y maquillaje que retratan con precisión los años 60’s con detalles muy cuidados en la ambientación y los uniformes y simbología de las diversas corrientes militantes.
Es destacable la emotiva y tensionaste banda sonora de Mark Isham & Craig Harris que junta piezas instrumentales muy oscuras, pianos y violines, con ritmos soul y melodías folclóricas.
La cinta cumple con su papel de reivindicación mesiánica y señal de protesta contra un capítulo muy oscuro para el FBI y la historia negra y aunque desemboca en una tragedia resalta la importancia de Hampton en vida y su legado vigente, como lo fue la creación de la organización multirracial "Rainbow Coalition" que reunió a los representantes de las minorías de Chicago para trabajar por una lucha conjunta para el fin de la segregación, los atropellos policiales y mejores oportunidades de vida para población afroamericana, latina, indígena, china inmigrante y de estudiantes y la supervivencia del Black Panter Party.
Lo malo:
La cinta debe abarcar mucho a nivel de historia y parece dejar por fuera ciertos elementos, algunos desarrollos extras como la relación entre Fred y William, que por momentos es estrecha y en otras distante, lo que hace que el significado de su cercanía en la trama no sea clara para el espectador. También es notable que si bien Kaluuya y Stanfield hacen un trabajo magistral no encajan con la edad que se supone tenían sus personajes, por lo cual la propuesta de la película muestra a los protagonistas con una hipotética madurez, y deja de lado la exploración de la ingenuidad juvenil que les llevo a ser manipulados o presionados de distintas formas.
Conclusión:
“Judas y el Mesías Negro” es un excelente biopic en el que Shaka King demuestra su gran potencial como director mientras construye una importante reflexión sobre el rol de Fred Hampton en la historia de los movimientos sociales y el papel opresor que ha tenido el gobierno norteamericano. Aún ambientada hace 50 años es una historia que se siente relevante y que genera muchas inquietudes, atrapando al espectador en un juego de lealtades y espionaje que lleva a preguntarnos sobre los sacrificios que los líderes revolucionarios han padecido en el pasado, el presente y el futuro, y las consecuencias de permanecer desunidos ante las injusticias del mundo capitalista.
NUESTRA CALIFICACIÓN FINAL ES: 8/10
Póster oficial:
Tráiler oficial:
¡Gracias por leernos!
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