Saludos aventureros, hoy compartimos con ustedes nuestra nueva reseña a cargo del nuevo periodista de nuestro equipo Daniel Felipe Gutiérrez, un apasionado por el cine que disfruta de los grandes clásicos y el análisis fílmico desde la teoría y la academia cinematográfica. Su primera publicación hace referencia a la nueva cinta de Lionsgate, distribuida por Cinecolombia, el thriller de terror NO TE SUELTES del director Alexander Aja.
Sinopsis: Una angustiada madre (Halle Berry) y sus dos hijos gemelos viven en una cabaña en el bosque bajo el influjo de un espíritu maligno. Necesitan estar conectados en todo momento, aferrándose los unos a los otros, llegando incluso a atarse con cuerdas. Pero, cuando uno de los niños se pregunta si el mal es real, los lazos que los unen se rompen, desencadenando una aterradora lucha por la supervivencia.
Antecedentes: Después de las regulares “Moonfall” (2022) y “The Union” (2024), la actriz ganadora del Oscar Halle Berry decide dar un salto de fe en una apuesta de diferente calidad y enfoque, junto a los guionistas Kevin Coughlin y Ryan Grassby (The King Tide, 2023), con el fin de explorar una historia centrada en el terror y el suspenso de estilo folclórico que ha tomado fuerza en los últimos años.
El proyecto, inicialmente nombrado “Mother Land”, a pesar de no tener grandes contratiempos en su producción, tuvo que afrontar la partida de su primer director, Mark Romanek (Never Let Me Go, 2010), por diferencias creativas. Ante esto, el estudio decidió contratar a Alexandre Aja (Haute Tension, 2003), quien, junto con Halle Berry, tomó las riendas creativas. Este proceso culminó en la venta de los derechos internacionales durante el Festival de Cannes de 2022, renombrando finalmente la cinta como “Never Let Go”. La película se estrenó de manera oficial en Colombia el pasado 31 de octubre.
Opinión: “Never Let Go” es una historia guiada por un concepto folclórico y minimalista, que propone una estructura narrativa que obliga a ser impulsada por uno o dos personajes como ejes centrales, frente a un sinnúmero de conflictos externos que deben enfrentar. Sin embargo, esta conjetura no es ajena al público general; de manera inteligente, Aja coloca al espectador ante situaciones familiares, al mejor estilo de cintas de horror y supervivencia como “A Quiet Place” (2018) o “Bird Box” (2018).
Los primeros 10 minutos de la cinta asumen esta declaración de intenciones, con una puesta en escena opresiva que establece la normativa de un entorno postapocalíptico, sumergiendo al espectador en una espiral de suspenso y tensión (al menos durante su primer acto), logrado de forma decente a pesar de su limitado presupuesto de 25 millones de dólares.
Y es que este último factor puede haber dictado una sentencia desfavorable a todo lo demás que la cinta se propone desarrollar. En primera instancia, aunque construye bien sus propias reglas y normativas para establecer el medio y la forma de supervivencia, a lo largo de la historia el peligro se hace ausente y se dejan de lado elementos ya mencionados, trayendo a colación conveniencias funcionales pero artificiales, con el único objetivo de que la historia avance y los personajes principales lleguen del punto A al punto B.
Por el lado de las actuaciones, aunque Halle Berry demuestra una vez más por qué es una actriz de categoría cinematográfica, queda claro que no ha tenido suerte al elegir proyectos que aprovechen al máximo su rango interpretativo. Ella sola debe cargar con gran parte del peso dramático que Aja propone; sin embargo, en los tramos de ausencia de su personaje, la película se resiente y este peso recae casi injustamente en sus coprotagonistas infantiles, que, a pesar de lograr un resultado decente, no logran ocupar ese vacío con la eficiencia requerida (decisión posiblemente impulsada por el presupuesto).
El núcleo de “Never Let Go”, como se mencionó anteriormente, está sostenido por elementos de horror y suspenso sobrenatural. La ambientación y la música brindan atmósfera, pero la decisión creativa de mostrar la personificación del mal juega en contra del efecto que Aja planea lograr.
Los contados “pseudo-zombies” que aparecen a plena luz del día, más que horror o asco genuino, provocan estupor y risas involuntarias al ser abordados de la forma más cliché y poco trabajada en el posicionamiento de cámara. Esto sin mencionar el recurso gastado del "screamer”, que genera impacto en contadas ocasiones. La película en medio de estos elementos intenta una exploración compleja sobre el abuso maternal, la negativa ante la emancipación y el control sobre nuestra propia naturaleza, sin avanzar más allá de la superficialidad.
Sobre el final, es mejor no decir mucho por obvias razones, pero es oportuno mencionar la indecisión por parte del director, la actriz y el estudio en cerrar la historia de una manera que satisfaga a todos. Simplemente parece que, entre las opciones que tenían, optaron por lo que cada parte consideraba más resaltable y se aventuraron a mezclar todas estas ideas.
Conclusión: “Never Let Go” no es una película impulsada por pretensiones revolucionarias o vanguardistas. Su director optó por un ejercicio de subgénero moderno cumpliendo con lo mínimo que se le exige a este tipo de productos. Sin embargo, a pesar de no ser una película fallida en su totalidad, gracias a sus buenas interpretaciones, aspectos técnicos decentes y buena ambientación, se queda corta en sus humildes objetivos. Sin duda, le falta sinergia en el impacto que intenta generar en el espectador, que, sin aburrirse, sentirá que en este cúmulo de clichés ha visto la misma historia mejor contada en otros lugares y no dudará ni un segundo en olvidar esta.
Nuestra calificación final es de: 5/10
Póster oficial
Tráiler oficial
¡Gracias por leernos!
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